Linda Cáceres.
Lo último que tuvimos en el segundo día en Japón fue la Orientación en la Biblioteca; terminó como a las 3:30 pm y a partir de esa hora estábamos completamente libres.
Nos pusimos de acuerdo un grupo para salir a pasear pero esta vez iríamos más lejos. Tomamos prestadas las bicicletas del instituto; a pesar de que me estrellé con todo el día anterior igualito quería seguir andando en Bici, es muy divertido; además, en Japón te puedes pasear con mucha tranquilidad, en mi caso como no sabía manejar me sentía muy tranquila porque donde estábamos no habían muchos autos ni gente; todo lo contrario, todo era muy solitario, y como estaba en Japón no me tenía que preocupar de que me fueran a robar, jeje!!.
Nos fuimos para atravesar dos largos puentes. Era muy difícil subirlos en Bicicleta, yo lo intenté, pero empecé a darme cuenta de que en vez de subir más bien me estaba yendo para atrás XD. Cansaba demasiado y mi volante se iba para todos los lados, así que ni modo!, tuve que bajarme y subir a pie.
La vista desde el puente era muy bonita. Se veían muchos puertos. La ciudad de Osaka es uno de los puertos y centros industriales más importantes de Japón; tiene muchísimos puentes, hay más de 885 puentes, ya que en todos lados hay ríos que atraviesan la ciudad, así que para llegar de un lado a otro, por más cerca que se viera, hay que usar un puente.
Bueno!, caminamos hasta que se acababa la subida para luego continuar el camino del puente en Bicicleta. Continuamos nuestra ruta y más adelante nos conseguimos con el otro puente. La subida era más empinada así que ni siquiera intenté subirlo en Bici, NI LOCA!. Todo el camino fue recto, no tuvimos que doblar ninguna calle, así que era muy fácil de memorizar el regreso.
Llegamos a un centro comercial llamado JUSCO, anduvimos recorriendo varias tiendas, y luego nos separamos. Me fui con Nilen y Angélica (Colombia y Paraguay) para los otros pisos y recorrer otras tiendas. Yo lo único que hice fue ver, no quise comprar nada, pero mis compañeras querían comprar CD de música; entramos a una discotienda y compraron lo que querían.
De allí fuimos a un centro de juegos, donde había máquinas para niños. Me quedé muy sorprendida viendo a los niños que jugaban allí tan concentrados en esas máquinas y no veían ni a los lados. Parecían obsesivos e incluso desesperantes, bueno!, esa fue mi percepción.
Angélica se entusiasmó con una máquina en donde tienes que presionar un botón para que baje y atrape a una almohadita. Cada una dimos un turno pero la mocho de almohadita esa era difícil de atrapar; yo fui quien casi la atrapaba así que Angélica me dijo para que sea yo la que lo intentara; bueno!, aquí iba yo tratando de atraparla hasta que lo logré, jeje!!, se gastó 800 yenes en los intentos, 100 yenes cada intento!!.
Con tanto paseo y jugando se nos pasó el tiempo, y eran ya las 7 pm, lo último que pude hacer fue comprar mis momos (durazno Japonés); teníamos que llegar antes de las 8 pm o si no nos quedaríamos sin cena. Salimos volando del Centro Comercial, tomamos nuestras bicicletas y a rodar con todo. Llegamos cansadísimas al instituto como a las 7:30 pm, a tiempo para comer.
Las piernas, los brazos, TODO el cuerpo me quedó doliendo por la bicicleta, pero igual me gustaba andar en ella. Nos pudimos reír bastante cuando llegamos porque parecíamos como si la policía nos estuviese persiguiendo, y yo más adelante del camino.... con otra chocadita......!!!
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