Nuestra
llegada a Barranquilla fue a las 7 pm, fuimos recibidos por la familia de
nuestra representante Olga Ramírez, quienes nos ayudaron y apoyaron en toda
nuestra estadía en Barranquilla.
Para el día
siguiente jueves 13 de septiembre, nos alistamos para hacerle la visita al
Colegio Eucarístico de la Merced, uno de los colegios femeninos más
prestigiosos de la ciudad. El Eucarístico es el primer colegio en la historia que
comenzó a jugar el Kickball en Barranquilla y tuvimos el gran honor de ser
recibidas allí.
Un hermoso
colegio católico, con jardines, patio, canchas, una piscina pequeña, una gran
infraestructura y todo muy limpio. Fuimos recibidas por uno de los profesores
de deportes, quien nos explicó acerca de la forma de jugar lo que a ellos le llaman
“Kickball”, un juego que se asimila mucho más al Kickingball de los 70’ que al
verdadero “KICKBALL”, el cual es el jugado en USA.
Nos mostró
el espacio que usan para desarrollar el juego. Como no tienen un campo, usan el
patio y lo demarcan con una distancia entre bases de 14 metros, lo que para
nosotros en Venezuela sería un Kickingball de categoría Preparatorio. Esa
medida la usan para jugar con cualquier edad.
Nos explicó
que no había reglas específicas: la lanzadora suelta el balón al home sin
ninguna técnica especial, la idea sólo es poner el balón en juego, y que se
diera fluido; la receptora se pone a un lado y sólo recibe los balones en los
que hayan jugadas en el home, el avance de las corredoras se da al contacto de
la pateadora con el balón. El balón que usan es de volleyball desinflado, o
cualquier otro balón suave pero desinflado para evitar lesiones. En algunas
ocasiones del juego se le permite a la defensora tirarle el balón a la
corredora para eliminarla pero sin usar mucha fuerza para no lastimar a la
compañera. Prácticamente podríamos decir que ellos juegan un Kickingball de los
años 70’. Un simple juego recreativo pero que está causando mucho furor en las
niñas de distintos colegios de la ciudad.
Uno se
sentía como en esas películas en donde viajas al pasado y te encuentras con el
origen de las cosas, así mismo. Era como vivir el origen del Kickingball
venezolano, una sensación muy divertida, ya que ni habíamos nacido cuando eso.
Cuando estábamos en el colegio todas las niñas nos veían, nos sonreían, se
notaban entusiasmadas, incluso muchas se pusieron a jugar para que nosotras las
viéramos, y pues así lo hicimos.
Conocimos a
la prof. Francia Sánchez, quien nos presentó a varias de las chicas con las que
tendríamos un intercambio al día siguiente. Luego de que les explicamos todo
sobre este gran deporte que se da en nuestro flamante país Venezuela, les
planteamos el Kickingball como deporte femenino competitivo y les encantó la
idea.
Las niñas
del Colegio, muy entusiasmadas, les pidieron a las jugadoras Kickinter una
exhibición y así se dio. Todos los presentes se sorprendían de ver lo rápido y
ágil que se hacía el juego, sobretodo de la importancia de la técnica para un
mejor desarrollo del juego combinado con la inteligencia. La exhibición se
realizó con gran éxito y también un pequeño intercambio que tuvo una importante
participación por muchas niñas del colegio.
Cerramos
nuestra visita con la invitación para el viernes 14, donde realizaríamos el
intercambio oficial entre Las Mantarrayas de Kickinter y las niñas del Colegio
Eucarístico de La Merced, para así proyectar la difusión de este deporte en
este Colegio.
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